La Divina Providencia
Para el Beato Basilio Moreau todo comienza, se sostiene y alcanza su plenitud en la iniciativa amorosa y fiel de Dios, es decir, en lo que él llamaba constantemente “LA DIVINA PROVIDENCIA”. Por eso uno de sus textos bíblicos favoritos era el Romanos 8,28 “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman”.
Sin esta convicción fundamental, él no habría fundado la Congregación, y tampoco nosotros podríamos recorrer este camino. Así fue como pese a las muchas adversidades presentes en el tiempo de la fundación de Santa Cruz en 1837; persecución a la Iglesia, pobreza y divisiones, nuestro fundador siempre confió el designio amoroso de Dios.
Esta verdad fundamental de nuestra fe es para nosotros un pilar que nos permite entregarnos por entero a la vez que sabemos que todo depende de la fidelidad amorosa de Dios, de la “DIVINA PROVIDENCIA”, sin la cual nuestros frágiles esfuerzos perderían su vitalidad y su sentido.
Confiar en la “DIVINA PROVIDENCIA” es confiar en que Dios está siempre presente en nuestras vidas, y que él la suscita, la orienta y la protege, a veces de maneras misteriosas, por medio de personas, acontecimientos y situaciones de nuestra historia.
o los invitamos a que caminemos junto a Santa Cruz en las huellas de Jesús.