Jóvenes en Formación Echan Raíces en Encuentro en Chile
Durante la semana del 18 al 26 de julio los postulantes del Distrito de Chile-Perú, que actualmente viven en Perú, visitaron la comunidad de la Casa de Formación Santa Cruz en Santiago donde viven los seminaristas y hermanos en votos temporales. Los objetivos de la visita fueron compartir algunos días de fraternidad entre todos los jóvenes en formación en el Distrito y “echar raíces” con la comunidad en Chile.
Fue una excelente experiencia en la cual los jóvenes en formación para Santa Cruz, tanto en Chile como en Perú, pudieron profundizar y conocer la misión de la Congregación. Para esto realizaron una “maratón de visitas” a cada una de las obras, tanto los colegios, como las parroquias y obras sociales, y así pudieron compartir con las personas que participan en ellas.
Dentro de los momentos de fraternidad los jóvenes destacaron el almuerzo que prepararon con mucho cariño las Hermanas de Santa Cruz, el día del deporte que se realizó en compañía de varios jóvenes de los apostolados de la Congregación, las visitas a cada una de las casas religiosas, incluida la casa San Juan XXIII con sus hermanos mayores, y la eucaristía y desayuno de domingo que preparó la comunidad de San Carlos de la Parroquia San Roque.
Además de las obras, los religiosos en formación aprovecharon de tener algunos momentos culturales y de entretención, para eso visitaron el centro de Santiago, Valle Nevado, Valparaíso y Viña del Mar. Dos de los postulantes, Yocimar Pacherres (Perú) y Mauricio Miranda (México) visitaban por primera vez tierras chilenas, así que fue una buena instancia para disfrutar de la preciosa, pero muchas veces desafiante, internacionalidad que caracteriza a nuestra congregación.
Hacia el final del breve viaje, los jóvenes en formación celebraron con algunos días de anticipación las fiestas patrias del Perú, con un excelente almuerzo junto con las trabajadoras que nos ayudan día a día en la misión, para así culminar con una mañana de contemplación en el Templo Bahaí antes de salir al aeropuerto.
Para todos, tanto los jóvenes en formación como los religiosos y otros colaboradores que participaron en su visita, la experiencia sembró mucha esperanza para el futuro de Santa Cruz en América Latina.