Apertura Comedor Andacollo

El lunes 18 de marzo se realizó la reapertura del Comedor Andacollo donde con la ayuda de voluntarios se podrá entregar este servicio a la comunidad. Los voluntarios de la Parroquia de Nuestra Señora de Andacollo de los distintos apostolados: adulto mayor, emigrantes, liturgia y consejo parroquial, en conjunto con la comunidad de Saint George´s College apoyarán este hermoso servicio.

El Padre Rómulo Vera C.S.C., párroco de Nuestra Señora de Andacollo nos comenta: “Me parece que cuando Dios quiere manifestar de manera evidente su misericordia para con su pueblo, especialmente con los que más sufren, siempre se sirve de personas, instituciones, comunidades educativas o parroquiales. La comunidad parroquial de Andacollo, con la ayuda de personas de buen corazón, busca expresar el amor de Dios a través del Comedor Parroquial.”

La pastoral solidaria lleva más de 50 años sirviendo a personas del sector con grandes necesidades: personas postradas, enfermas, ancianas, solas o abandonadas. También personas que necesitan de otros para comer ya que, sin compañía, aunque tengan algo para comer, no se alimentan. En los últimos años otras realidades se han sumado como la llegada de personas migrantes y personas en situación de calle. Esto, sumado a la pandemia, ha hecho necesario plantearse formas diferentes de responder a las necesidades, por ejemplo, hoy solo se entrega la comida, ya no se almuerza en el comedor.

Marcela Mejías, coordinadora del comedor desde el Estallido Social, relata que por la pandemia fue necesario cerrarlo y buscar otras formas de ayudar, teniendo en cuenta que los principales en riesgo eran los abuelitos quienes iban a comer y las mismas voluntarias que en su mayoría son adultos mayores. Es por ello que, en primera instancia, se repartieron cajas de mercadería a los más necesitados, pero había mucha gente que no tenía opción de cocinar en sus casas o se encontraban en situación de calle, es por eso que se decide abrir el comedor solo para cocinar y entregar en la puerta las colaciones. Para Marcela este servicio “ha sido maravilloso el darte cuenta que desde tu vereda puedes cambiarle vida a una persona, porque hay gente vulnerable que llega a la puerta del comedor a pedirte comida… pero no solamente vienen buscando comida si no que también una cercanía, no sentirse solos, saber que pueden contar con alguien que está ahí para ayudarlos. Para nosotros ha significado una entrega de amor al necesitado y nos llena de alegría”.

Durante el año pasado se entregaron 200 raciones diarias gracias al esfuerzo de voluntarias, voluntarios y benefactores. El Padre Rómulo señala: “Debido a lo limitado de los recursos hemos tenido que bajar la cantidad de raciones que se entregan, pero igual se preparan y se entregan con el mismo cariño. Gracias a todas y todos quienes con su tiempo, talento y tesoro apoyan esta hermosa obra”.

El comedor atenderá cinco días a la semana, de miércoles a domingo, entregando 120 colaciones diarias que consisten en un almuerzo acompañado de pan, ensalada o fruta.