Parroquia San Roque retoma dos proyectos sociales
Después de más de dos años de ausencia a causa de la pandemia se reiniciaron las clases en la Parroquia San Roque para inmigrantes, especialmente de Haití. Las clases se realizan dos veces por semana, donde se aprovecha la instancia para primero compartir en comunidad junto a un café y luego iniciar las clases de español impartidas en distintos niveles, de acuerdo con los conocimientos de cada uno.
Este año por primera vez se darán también clases básicas de computación, las que han sido posibles gracias a la donación de tres computadores por miembros de la comunidad y de tres laptops de Rosario en Familia-Chile.
El apostolado está coordinado por María Dolores González, administradora de FUNDAMOR, quien estará acompañada de dos religiosos de la Casa de Formación: Randy Sánchez, C.S.C. enseña computación y Rousnel Vichinsky, C.S.C.
Por otro lado, nuevamente este año se ha firmado un convenio entre la Universidad Católica de Chile con su programa “Proyecto Común” y la parroquia San Roque con “Manos que Incluyen”; un proyecto para familias con personas con discapacidades.
Por medio del curso universitario de un semestre, “Espiritualidad, Discapacidad e Inclusión” tres jóvenes: Yovely Constanza Olivares, de Educación Primaria; Ignacia Álvarez, de Química Farmacéutica; y Javiera Acuña, de Química, visitaron los hogares de las participantes de Peñalolén para observar e interiorizarse sobre el trabajo que realizan y desarrollar estrategias para mejorar su trabajo, al tiempo que reflexionan sobre la presencia de Cristo en estas familias.
Luego de este trabajo de observación, el próximo 23 de junio se les entregarán a las participantes directrices de cómo mejorar el proyecto. Un trabajo comunitario que une el mundo académico con los mundos solidarios de algunos pobladores de San Roque y Peñalolén.

